mercoledì 31 marzo 2010

Che tristezza!



É triste dover dar ragione alle convinzioni di Leonardo Sciascia.

Non ho nulla da aggiungere, i risultati delle elezioni amministrative in Italia, non nascondo, mi hanno delusa tantissimo, che posso dire? Leggete le parole di Leonardo Sciascia, per chi non lo conoscesse, uno degli scrittori piú importanti del nostro secolo passato. Cito le sue parole tratte dal libro 'La Sicilia come metafora', intervista di  Marcelle Padovani datata 1979:

"... Dal momento in cui l'essere 'Balilla' non fu piú un peso per me, il fascismo era come se non esistesse. La gente sembrava viverci come dentro la propria pelle. E le diró questa - per me terribile - veritá: ancora oggi credo che una buona parte degli italiani (di destra, di sinistra o di centro) vivrebbe nel fascismo come dentro la propria pelle. Magari dentro a un fascismo meno coreografico, con meno riti, con meno parole: ma fascismo. Un regime che non dia la preoccupazione di pensare, di valutare, di scegliere... Mettiamoci davanti ai resultati elettorali di questi trent'anni di democrazia: praticamente, una specie di istinto, qualcosa di simile a quello che per i tedeschi Goethe chiamava 'istinto pecorile' ha guidato gli italiani alla ricerca e invenzione di un regime. Il 'Compromesso storico' per cui effettivamente la maggioranza ha votato nelle ultime elezioni, si provi a vedere cos'é nella mente di coloro che l'approvano: un regime in cui, finalmente e durevolmente, i due piú grandi partiti arrivano a una gestione unitaria del potere precludendo ogni alternativa ed esautorando ogni opposizione. Finalmente tranquilli, finalmente irresponsabili, finalmente non costretti a pensare, a valutare, a scegliere...Ma questa è una divagazione."

domenica 28 marzo 2010

Dalla selva del Costa Rica oggi voglio scrivere in Italiano


Sono contenta oggi, una scrittrice ha risposto subito alla mia lettera di richiamo, Rita Pani, é sarda, una isolana come me. Che bello esserci, perchè di questo si tratta.

Mettetevi nei panni di una nonna come me, con due nipotini di pelle negra, li amo piu della mia stessa vita. Motivo sufficente per giustificare lo schifo che provo per tutta quella gente che si permette di offendere i miei cuccioli. 

Tempo di elezioni: ''Non posso tollerare la idea che oggi in Italia vincerá ancora una volta la idiozia totale.''

Sento di dire che tutti quelli che oggi voteranno per le file del premier del nostro Governo o sono completamente accecati dal nulla assoluto, o sono davvero esseri senza un briciolo di buon senso. 

Parole come: ' Volete che l'Italia si riempi di extracomunitari?; sono parole offensive, offensive per gli individui che partono fiduciosi verso altre terre per cercare di migliorare la propria condizione molto spesso disumana, e non esagero quando parlo di disumanitá. 

L'occidente ha strozzato il sud del mondo, dovremmo chiedere migliaia di volte scusa invece di continuare a mietere odio...

Mi é piaciuto molto l'incontro avvenuto al Paladozza di Bologna, Rai per una notte, abbiamo bisogno di gente come Santoro, come Travaglio, come Monicelli, come Daniele Luttazzi, come Benigni e come tutte quelle e quelli che erano lí a difendere un diritto che non si DEVE infrangere, la Libertá d'espressione.

Per tornare alla scrittrice che viene da un'isola come me che sono siciliana, Grazie Rita per avermi risposto, se tutti facciamo cosí possiamo auspicare davvero un cambiamento radicale, lo stesso auspicato e agoniato dal nostro Monicelli. 

Bisogna cambiare i linguaggi, ¡Adesso! Siamo tutti figli di questa Terra, nessuno ha il diritto di calpestare nessuno, tutti abbiamo il dovere di difendere questo concetto, potrebbe capitare anche a noi, in qualunque momento, di rimanere intrappolati nelle galere dell'ignoranza.

Ai miei nipotini racconteró senz'altro cosa ne é stato del suo avo africano, e mi spiace, ma gli racconteró la veritá. Che dolore doverlo fare! Sicuramente ci rimarranno di merda e purtroppo forse si insinuerá ancora una volta il tarlo della vendetta, dettata dall'orgoglio, dalla rabbia per le ingiustizie subite.

Aiutatemi a trovare le parole per raccontare loro una Storia infame senza ferire i loro cuori puri. 

venerdì 26 marzo 2010

Sobre Zapata

De Eliseo Alberto

Todos los presos son políticos”, dijo Angela Davis —que sabía del asunto. El martes 23 de febrero de 2010, el albañil y preso cubano Orlando Zapata Tamayo falleció en un hospital de La Habana luego de resistir a voluntad 86 días sin comer. 

Hace menos de un año, el jueves 9 de abril de 2009, el comandante Fidel Castro escribió una Reflexión (publicada en el periódico Granma, “Evo: fuerza moral”) donde decía apoyar al presidente de Bolivia en la “adopción de medidas de lucha que se caracterizan por la fuerza moral que implican”. Horas antes, Evo Morales se había declarado en huelga de hambre “desde el Palacio de Gobierno, exigiendo respeto a la Constitución y la Ley Transitoria Electoral”, bloqueada por senadores de la oposición. 

El presidente Evo Morales afirmó haberse visto obligado a actuar “frente a la negligencia de un grupo de parlamentarios neoliberales”. Su vicepresidente, Álvaro García Linera, presidía el Congreso. Fidel seguía paso a paso el desarrollo de los acontecimientos.

Rafael Dausá, embajador de la isla en La Paz, reportaba vía teléfono, según Fidel nos cuenta en su crónica: “Lo vio (a Evo) absolutamente sereno. Estaba jugando ajedrez con sus compañeros”, asegura en aquella Reflexión. “El pueblo se está sumando a la huelga de hambre (…) La Cámara de Representantes lo apoya abrumadoramente. El problema está en el Senado, donde la oligarquía es mayoritaria (…) Evo bien, animoso y sereno. Ingiere sólo agua”.

En una segunda Reflexión (“Noticias de Chávez y de Evo”) Fidel recuerda una conversación telefónica con el huelguista: “A las 22 y 20 horas lo llamé (…). Tuve el placer de escuchar su voz serena, pero firme, confiado en la justicia de su causa”. Durante cien horas se debatió en el Congreso la propuesta del ejecutivo, desglosada en catorce demandas puntuales, hasta que ambas partes (gobierno y oposición) llegaron a un acuerdo aceptable. El presidente Morales emitió la nueva ley y suspendió su ayuno al quinto día, para tranquilidad de muchos. Se escucharon aplausos en La Paz, Washington y La Habana.

¿Cómo se despejó aquella tormentosa situación? Dialogando. Un hombre en huelga de hambre, un hombre dispuesto a morir por un reclamo que considera justo, debe ser escuchado. Atendido, con todo respeto: en este caso extremo, no hay patriota o malhechor. El estado tiene la obligación de cuidar de él, (desde la cárcel, como el difunto Zapata Tamayo, o desde la sala de su casa, como el moribundo sicólogo Guillermo Fariñas), aun cuando el gobierno y sus instituciones sean los primeros demandados. No se vale responder con insolencia y difamaciones. No se vale decir, como se ha afirmado en La Habana, que Zapata Tamayo es “un delincuente común, con un historial probado de violencia, devenidoprisionero político, se declaró en huelga de hambre para que le fueran instalados teléfono, cocina y televisión en su celda” (Declaración del Secretariado de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba).

Falso. Digan las cosas como son. Zapata Tamayo sólo exigía que se le concediera, en la cárcel, las mismas condiciones de vida que tuvo “Fidel Castro en el Presidio Modelo de Isla de Pinos”, donde vivió sólo 15 de los 330 meses a los que fue condenado, luego del ataque al Cuartel Moncada. ¿Qué condiciones? No llevar uniforme de preso común, contar con un radio, libros, un calentador manual (eléctrico) y la posibilidad de prepararse sus propios alimentos. En carta a un amigo, Fidel escribe desde Isla de Pinos: “Tengo hambre y puse a hervir unos spaghetti con calamares rellenos. Me voy a cenar: spaghetti con calamares, bombones italianos de postre, café acabadito de colar y después un H Upmann 4. ¿No me envidias?”. Sí, muchos presos lo envidiarían. ¿Era imposible llegar a un entendimiento sin tener que pasarse 86 días tragando aire hasta ahogarse?

Guillermo Fariñas, en conversación telefónica con el periodista Carlos Puig, reconoce la atención médica que le han dado algunos doctores cubanos, a quienes menciona con nombres y apellidos para dejar constancia de su gratitud. También nombra al facultativo que le dijo, sin piedad, que “las salas de terapia intensiva, en Cuba, sólo eran para revolucionarios”. ¿Qué pide Fariñas? Bastante menos que Evo: que les dispensen “licencia extrapenal” (prisión domiciliaria) a 26 presos de conciencia, gravemente enfermos en las cárceles de la isla. Y documenta su exigencia. 

No está de más recordar las palabras, tantas veces citadas por estos días, que dijera Fidel en 1981, a propósito de la huelga del joven irlandés Bobby Sands: “La tozudez, la intransigencia, la crueldad, la insensibilidad ante la comunidad internacional del gobierno británico frente al problema de los patriotas irlandeses en huelga de hambre hasta la muerte, recuerda a Torquemada y la barbarie de la inquisición en plena edad media. ¡Tiemblen los tiranos ante hombres que son capaces de morir por sus ideas, tras 60 días de huelga de hambre!”. Todos los presos, sí, son políticos.


giovedì 25 marzo 2010

Carta de un cubano a los cubanos



A la muerte, por huelga de hambre, de Orlando Zapata, quería decir algo al respecto ya que sentí mucho dolor por lo que pasó, y finalmente hoy decidí publicar una reflexión que escribió un amigo cubano. 

Una reflexión sobre Zapata

Estimados compañeros:
Me llamo Daniel y vivo en Cárdenas, Matanzas. Trabajo en turismo y por eso he podido ver en estos días todo el debate que se ha levantado a raíz de la muerte del preso Orlando Zapata. Lo he visto en CNN en Español y Televisión española. También he leído algunos periódicos porque en los hoteles tenemos internet. He leído artículos escritos por intelectuales extranjeros, disidentes cubanos, amigos de la revolución, enemigos. A raíz de todo eso, y de las cartas que andan circulando por ahí, me gustaría compartir una reflexión con ustedes. Yo no soy nadie, ni actor ni cantante ni figura pública, tampoco intelectual, pero si sirve de algo, antes de dedicarme al turismo hice la carrera de sociología,  soy militante del Partido y miembro de la asociación de Combatientes de la Revolución por haber cumplido misión internacionalista en Etiopía.
Lo primero que quiero contarles es que la muerte de Zapata me ha dejado muy confundido. Al margen de que Amnistía Internacional diga que era un preso de conciencia y nuestro gobierno insista en que era un preso común, Zapata ha muerto por una huelga de hambre. Porque se negó a comer. He pensado mucho en eso. ¿Qué le pasa por la mente a una persona para hacer algo así? Yo no lo sé, pero reconozco que en este país ningún disidente había llegado tan lejos. Al menos que yo tuviera noticia. El Granma ha dicho que Zapata hizo la huelga porque quería un televisor, un teléfono y una cocina en su celda. Que alguien muera por eso sólo admite dos lecturas, o Zapata estaba loco o el Granma miente. Ciertamente la locura podría explicar todo esto, pero si Zapata tuviera antecedentes psiquiátricos, no tengo duda de que el Granma los habría publicado. Así que no me queda más remedio que asumir que este señor no murió por un televisor. Murió por otra cosa. No sé cuál. Dicen que lo manipularon, y seguramente haya algo de verdad en eso, pero convencer a alguien para que se deje morir no debe ser fácil.  Ni es tan simple.
Aquí siempre nos han dicho que los disidentes son mercenarios, pero un mercenario no hace eso. Los mercenarios cobran y viven. Los mercenarios no se inmolan por una idea (por muy ridícula  que sea), por eso los terroristas de Al Qaeda no usan mercenarios sino fanáticos. ¿Era Zapata un fanático?   ¿Un fanático de qué, de la contrarrevolución? No sé qué pensar, porque un fanático no surge de la nada, necesita un caldo de cultivo. ¿Existe en la Cuba de hoy ese caldo de cultivo que genera fanáticos? Sería realmente preocupante. Y una señal muy grave del estado de las cosas. Ya sé que la muerte de un solo hombre no tiene por qué significar nada. Puede ser un hecho aislado. O no. Mientras escribo esto hay otros dos disidentes que también se han declarado en huelga. Y uno de ellos está ingresado. ¿Qué pasará si mueren? ¿Serán otros dos mercenarios aislados, dos pobres víctimas manipuladas?
Lo bueno de hacerse viejo (yo tengo 44 años) es que uno tiene una memoria enorme de las cosas que ha visto. Yo estos días me acuerdo mucho de algo que pasó hace casi treinta años…  En 1981 diez presos del ejército republicano irlandés (IRA) se declararon en huelga de hambre en sus cárceles de Gran Bretaña. Muchos cubanos no se acordarán, pero entonces el tratamiento que se le dio en la televisión nacional  fue de respeto y admiración. Desde que falleció el primero; Bobby Sands hasta que murió el último; Mickey Devine,   todos sus nombres fueron mencionados en el noticiero de las ocho como una forma de mostrar la represión política que entonces ejercía Margaret Thatcher sobre Irlanda del Norte.
No intento comparar Cuba con Irlanda.  Pero sí me llama la atención que  aquellos huelguistas (algunos de ellos condenados por delitos de terrorismo en los que fallecieron inocentes) merecieran tanta gloria, y los que tenemos aquí sólo desprecio. ¿Por qué? ¿Porque supuestamente son delincuentes comunes, porque son cubanos, porque están contra el gobierno? Soy consciente de que el mero hecho de plantearme esto me coloca en el bando del enemigo. Pero yo no soy el enemigo. Cuestionar la versión oficial de quién era Orlando Zapata no significa que comparta sus ideales (que desafortunadamente ni siquiera conozco). A mí la revolución no me educó para convertirme en una persona insensible, ni en una máquina de repetir consignas (aunque lo han intentado). Yo creo que si un cubano muere de huelga de hambre tengo derecho a exigir respuestas claras y convincentes.
Además, no es la primera vez que me cuestiono una versión oficial. Ni la primera vez que la rechazo. Antes he contado que pasé dos años en Etiopía,  en la brigada que apoyaba al gobierno de Mengistu Haile Mariam. Los que estuvimos allí sabemos quién era ese señor, y las barbaridades  que hacía en su país. Era obvio que aquello no tenía nada que ver con el soci alis mo sino con prácticas de un gobernante feudal, pero aunque todos en la brigada éramos conscientes de lo que pasaba (incluidos los jefes de misión) la versión oficial siguió insistiendo en que apoyar a Mengistu era bueno para la causa revolucionaria, pero poco después de que Cuba retirara sus tropas (no el apoyo político) Mengistu huyó de Etiopía en un avión cargado de dinero. Hoy vive en Zimbawe y está acusado en su país de genocidio. Repito: GENOCIDIO. Cuando lo supe, en 1991, me dio rabia por tantos compañeros que fueron a Etiopia a luchar por una causa justa y murieron apoyando a un genocida que hoy vive de su cuenta en Suiza .
Aquella vez mi gobierno se equivocó. Como se ha equivocado muchas veces. Por eso tengo que decirlo; soy cubano, soy revolucionario,  pero apoyo incondicional no. Me niego a confiar ciegamente en un sistema que a veces dice la verdad, a veces sólo media verdad, y a veces miente. Como todos los gobiernos del mundo, dirán algunos. Pero éste es el mío, éste es el que me exige cerrar filas sin  hacerme preguntas, sin cuestionar qué está pasando en la sociedad cubana para que un preso muera de huelga de hambre.
A mí me enseñaron que en Cuba las huelgas de hambre las hacían los revolucionarios contra Batista. ¿Qué está pasando aquí para que ahora hagan huelga los gusanos? ¿Qué tendría Zapata en la cabeza para que no le baste con ser mercenario, para que elija morirse? Yo creo que para responder a eso tenemos que dejar de mirarnos el ombligo y ser autocríticos.
Hay que cuestionar las cosas, compañeros, porque eso es lo que hace un revolucionario. Y no se le puede llamar mercenario a todo el que lo haga. Algunos lo son, no tengo dudas, pero todos no. Yo no tengo buena opinión de los disidentes porque, en primer lugar, sólo sé de ellos lo que me cuenta el Granma, y segundo porque me siento lejos de personas que defienden posturas conservadoras que llevarían este país a un extremismo de derechas, justo aquello  contra lo que siempre he luchado, pero tengo que reconocer que algunas de las cosas que dicen tienen razón. ¿Eso me convierte en disidente? Rotundamente no. Entonces, ¿Dónde está la línea? Por ejemplo, exigir responsabilidades políticas porque en Mazorra han muerto de frio treinta enfermos mentales de los que nadie se ocupó, ¿Eso es hacerle juego al enemigo? Quejarnos de que en los  hospitales no haya higiene,   o que no podamos salir del país sin permiso ni tener acceso a internet, ¿eso es de revolucionarios o de mercenarios? Lamentar que en mi país exista una ley de peligrosidad, copiada del régimen fascista de Franco, que condena a las personas “proclives” a cometer un delito (sin haberlo cometido aún), ¿Eso es de gusanos o de comunistas?  Sinceramente no lo sé.
No sé dónde quejarme, dónde lamentar, dónde exigir. No sé con quién tengo que hablar. ¿Con mi núcleo del partido, con mi presidente del CDR, con el delegado de mi circunscripción? ¿Con el Granma? Créanme que ya lo he hecho y no ha servido para nada.  Entonces, ¿Dónde canalizo mi vergüenza? ¿En el Miami Herald? Les voy a contar de qué se habló en la última reunión de mi núcleo del partido; de retirarle el carné a un compañero porque había pedido la nacionalidad española. De eso se habló.
Cuando veo el noticiero me indigno porque siento que me tratan como si tuviera diez años y viviera en la luna. Yo no vivo en la luna. Yo vivo en Cuba y sé lo que pasa.  Y me indigna que me digan que un preso ha muerto porque quería un televisor.
Yo no sé lo que quería Orlando Zapata con su huelga, pero sé lo que quiero yo: soluciones a los problemas de mi país. Y  podemos buscarlas o decirle al mundo que la culpa de todo la tienen los yanquis y los mercenarios, podemos intentar arreglar esto entre nosotros o mentirnos diciendo que no pasa nada, que la juventud está comprometida, que nuestro pueblo cada día es más heroico y viril, que somos la referencia del mundo, que la calle es de Fidel…
Y sí,   mi calle hace cincuenta años que es de Fidel, y no tiene bombillas porque se las roban los de la empresa eléctrica (esos sí son mercenarios), se inunda siempre que llueve y necesita asfalto.
Así que ustedes dirán,
Revolucionariamente,
Daniel

martedì 23 marzo 2010

Divagaciones dos y medio



Unos de los motivos que me indujeron a dejar la Italia fue un echo aberrante para mis gustos.
Hace como trece años atrás estaba paseando por las calles medievales de Bologna, era una mañana de primavera, aquel periodo del año donde todo se despierta y la pesadez del invierno ya está olvidada, donde las mujeres sacan sus faldas ligeras desde el armario y el viento provoca dulzura y risas y gana de bailar, donde los hombres finalmente te miran a los ojos y todo al rededor se llena de colores.

Se que suena redundante pero es así que va la cosa, las flores explotan en sus colores mediterráneo, los lugares de los encuentros a un vino tinto se llenan de gente interesante, las calles se llenan de gente alegre así como el amigo ganes Michel que encontré feliz y sonriente en calle de los Poetas.

Fue una visión llena de brillo, desde sus dientes blancos hasta su piel negra azul y los colores de su vestido africano. Bello como el sol a primavera.

Afectuoso y educado me abrazó contento, yo feliz de verlo, me creía cosa cuando me abrazaba así en medio de la calle, muchas mujeres me miraban suspirando, pequeños logros de la vida, jejeje. 

Me contó de su graduación, me habló de su papá que andaba orgulloso de el, me habló del regalo que les había hecho el padre, en aquella época diez millones  de Lire, como decir hoy cinco mil dolares. Me habló del sueño que tenia de viajar hacia París y intentar algo allí, la Italia les parecía demasiado provincial.

Pues nos dirigimos al banco, el tenia que cambiar ese dinero que les había enviado el padre. 

Entramos al banco, nos pusimos en cola, y finalmente llegamos a la taquilla donde estaba una señora de mediana edad que miró a mi amigo con aire sospechosa. Cuando Michel sacó el dinero pidiendo a cambio dolares la señora fríamente les dijo de esperar un momento, y al rato tres hombres de la policía estaban golpeando y esposando al amigo mío. No pude hacer nada en ese momento, tuve que mantener la calma, quería ayudar en algo y era más productivo salir de allí.

Pues la primera cosa que se me ocurrió fue llamar al mejor avocado, y así descubrí que ese amigo mío era hijo de un embajador. Obviamente fui super feliz cuando el padre de Michel logró sacarle un montón de dinero al banco por los daños padecidos. 

Me dí cuenta en aquel entonces que no podía vivir en un lugar donde todavía hay que luchar por ciertas cosas que deberían ser superadas. Michel tenía suerte, era hijo de un embajador, ¿que le pasaba si no lo era? 

En Italia el gobierno actual trabaja sobre la estrategia del pánico, del miedo, de la tensión. Crea la base para que explote la guerra entres los pobres. Y no solo en Italia, me parece que el mundo entero padece de lo mismo.

El miedo genera todo el mal de la tierra.


lunedì 22 marzo 2010

Divagaciones

Inherente al Angelus del día 21 marzo 2010 en Roma, Ciudad del Vaticano.
 
Cuando era niña me decían que debía ser buena, caritativa y sincera, por lo contrario cuando moriría hubiese ido derechito al infierno.

Cuando ya era adolescente aprendí que a ser sinceros no conviene, a ser buenos tampoco y ni hablar de la caridad. Mis padres querían que frecuentaras solamente muchachos de buenas familias, por lo tanto estaban fuera de lista todos los emigrados, los pobres y los huérfanos.

Todas las veces que regalaba algo me decían que era boba, todas las veces que decía lo que pensaba decían que tenía una bocota.

En fin nunca se entendió que querían decir los adultos de aquella época, la mía, soy de los '60, con caridad, verdad y bondad. ¿Que ideas tenían ellos en verdad?

Mi crecer fue rodeado de racismo, oscurantismo, brutalidades, ya basta con pensar en la bomba H, un hecho histórico que no se debe olvidar. O la guerra en Vietnam, o las guerras balcánicas y Beyrut  y la masacres africanas, y ecc...ecc...

Somos hijos y nietos, en la mayoría de los casos, de gente que hasta el otro día pensaba que los africanos son sucios y miles de otros pensamientos algo por el estilo. ¡Que horror!

Somos los hijos de los que nos enseñaron a producir basura en grandes cantidades industriales, a evadir el fisco, a ignorar el vecino, a vender para ganar, no importa que o como.

El Vaticano tiene un buen por ciento de las acciones de las bananeras, hay que verlas, (no quiero comerme un solo banano más, hombres que viven como esclavos libertos en baracas de madera marchitada, sus niños con cáncer a la piel, ¿que importa mi vecino?)

Les enseñé a mis hijos que es mejor saber de donde viene un fruto o un vegetal y todo lo que comemos, no es justo hacer finta que no existe la esclavitud.

Somos responsables de nuestros actos cósmicos. Besar la mano enjoyada de alguien significa aceptar la idea de esclavizar un hombre, meterlo a trabajar bajo tierra y dormir tranquilos.

Es inaceptable el discurso del Papa, la teoría del quien no tiene pecado lance la primera piedra, violar un niño es ilegal delante de dios, si existe, y delante de todos los hombres de buena voluntad. Es evidente que tener un hombre en cautiverio genera aberraciones que hay que curar, decide la parte civil como. Aquí y ahora, se lo debemos a los niños violados.

venerdì 19 marzo 2010

Cuba, que dolor



Solidaridad a las mujeres en blanco.


Desde la muerte de los mártires hemos aprendido a reconocer los dictadores de la Historia.


Dalla morte dei martiri abbiamo imparato a riconoscere i dittatori della Storia.

mercoledì 17 marzo 2010

al cine cubano

Inherente al estreno de la película 'José Martí, el ojo del canario', del cineasta cubano Fernando Peréz Valdés.

Puerto Viejo de Limón (Costa Rica) 17 marzo 2010

Me obstino a escribir en español, aunque no soy tan buena, lo se, pero me gusta muchísimo pensar en español, sobretodo desde que vivo aquí en la Latinoamérica.

Ahora estoy exactamente en uno de los lugares donde llegó Cristobal Colón (Cristoforo Colombo). A veces, cuando estoy sentada en la playa sobre un árbol de coco caído sobre la arena y el mar, me imagino esa horda de barbaros apestosos que iban al seguido del las tres carabelas. Me imagino lo que sucedió de allí en adelante, no puedo hacer de meno en llegar a la conclusión que quizás estoy aquí porque siento fuerte el deber de limpiar la sangre derramada injustamente.

Cuando llegué en este lado del mundo, hace ya once años, me gustó mucho quedarme en Cuba. Un País donde en aquel entonces no se encontraba, por ejemplo, ni el papel sanitario, todo el mundo utilizaba paginas de la Biblia o de la guía telefónica, que desde que la Telecom puso su pié en la isla, por cierto, la calidad del papel mejoró muchísimo, el de la Biblia del pasado siglo ya no se encontraba tan fácil, las viejas ediciones estaban desapareciendo rápidamente.

Lo que me llamó la atención fue que en el pasado habían una gran cantidad de Biblias ya que todavía, era el diciembre del 1998, ese papel sagrado venia utilizado por muchas familias y por lo meno tres veces diario. La cosa curiosa es que cuando llegué a Cuba me topé con muchísima gente que se sabía la Biblia casi de memoria, estaba constatando que no era la única que lee encerrada en el baño.

En Cuba me quedé diez años, un tiempo bastante largo si uno piensa que se tienen mediamente 75 años a disposición para desarrollar una vida.

De los cubanos aprendí muchísimas cosas, como sobrevivir a la nada absoluta, como resolver los problemas aguzando el cerebro, como hacer de meno de lo inútil, como vivir feliz con lo indispensable. Llegué a pensar que el papel sanitario es algo inútil. Y aprendí a hacer cine. No tenía un centavo y sin embargo aprendí a hacer lo que me gustaba en verdad. Tuve la suerte de aprender directamente de uno de los más interesantes cineastas latinoamericanos, yo lo veo así, Fernando Pérez Valdés.

Estoy super orgullosa de haber tenido el honor de haber visto la película ‘José Martí, el ojo del canario’, cuando todavía no tenia la banda sonora. Lloré mucho cuando se acabó, y no soy cubana, me imagino que va a pasar cuando la verán los cubanos. No quiero aparentar ser demasiado redundante si afirmo que Cuba necesita ahora mismo recorrer la vida de ese niño que Fernando nos presenta con delicadeza infinita. Es preciso decir que ahora mismo se necesita de esa portada filosófica tan cósmicamente justa y necesaria.

Hoy me senté en el árbol caído sobre la arena y el mar y mirando hacia Cuba pensé en cada cubano que llorará ante de salir de la sala. Estoy segura de ello.

anna assenza

venerdì 12 marzo 2010

Los niños nos miran


Hoy leí más de una vez noticias en la red sobre los niños privados de su propio derecho a la serenidad. Dos me llegaron derechitas al corazón como una puñalada. Una la leí en el periódico Italiano La Repubblica: … aquel padre irregular hay que expulsarlo aunque en Italia tenga hijos en la escuela.

Y la otra la leí en el periódico costarricense La Nación: la policía baja a 109 el numero de las victimas de la masacre de cristianos la semana pasada, el Papa Benedicto XVI condenó “la atroz violencia que no perdona ni siquiera a los niños”.

Me pregunto: ¿que hicieron los niños que hay que perdonarlos? ¿Se trata de perdono o del sentido común de la inteligencia? Estamos en pleno 2010 y se continúa a disparar, a parte balas, idioteces como esa ley sobre los inmigrados que acaba de entrar en casación en Italia.

¿Y donde ponemos el amor?

Los niños no tienen culpa ninguna, son nuestros cachorros, tenemos que protegerlos y no perdonarlos, no hicieron nada de que hacerse perdonar.

Protegerlos significa cambiar postura, finalmente, hacia este nuestro mundo. Yo soy una emigrante al revés, soy italiana y he vivido en Cuba diez años, haces pocos meses vivo en Costa Rica, el trato que he recibido es de absoluto respecto, por lo contrario si un amigo mío cubano o costarricense viaja hacia mi País será tratado como un leproso, me toca decírselo, para salvarle el culo de la brutalidad que lo espera si decide viajar en otro lugar, donde lo lleva el corazón o el culo o su cabeza o su sueño en la gaveta, es como yo, caga exactamente como yo, duerme como yo, hace hijos como yo, los amas como yo, quiere protegerlos, exactamente como yo.

Estoy cansada de las arrogancias esparcidas en cada rincón, Papa incluido. Qué se quite ese anillo grandote que tiene al dedo y qué intervenga como un Hombre de paz debería haber hecho ya hace tiempo. Qué se reescriban las modalidades de los recorridos de la vida. Los vemos cada día que el fascino discreto de la burguesía no funcionó, los vemos cada día que los régimen de cualquier color o credo no funcionan. La falta de respecto para la vida es inaceptable, cualquier persona de buena voluntad debe rebelarse a tanta espeluznante infamia. Los Pueblos de todo el Mundo tienen el derecho de vivir y pisar esta tierra toda. ¿Por lo contrario de qué sirve unir los Estados, de qué sirve la Europa Unida si no para proteger los derechos fundamentales?

Yo personalmente no quiero regresar en la plaza para reivindicar la libertad, la igualdad y la hermandad. ¿Otra vez? Ya lo hice cuando tenía 18 años, ahora tengo 50, ahora a un hombre violento lo tomo a patadas en el culo y lo hago razonar. Yo lo parí, yo soy la madre, soy yo la que lo educa. A todos los hombres fríos y glaciales, como lo son nuestros burócratas italianos y a todos los burócratas del mundo hay que cogerlos a pegáis y punto.

Si no se pone ahora mismo el amor delante de todo no creo que se puedan resolver los varios problemas, necesarios al crecimiento y a la concientización, en los cuales nos topamos a menudo. El amor me sugiere que AHORA es el momento de vaciar las cajas fuertes de los poderosos y redistribuir el capital acumulado, robando y engañando y matando, en forma honesta y justa y amorosa.

I bambini ci guardano


Oggi ho letto piu volte notizie sparse qua e la nella rete sui bambini privati del loro diritto alla serenitá, due in particolare mi sono arrivate dritte al cuore come una pugnalata. Una l'ho letta su Repubblica: ...il genitore irregolare va espulso anche se in Italia ha figli che vanno a scuola; e l'altra l'ho letta sul giornale costaricense La Nación: In Nigeria, la polizia, abbassa a 109 il numero delle vittime del massacro di cristiani della settimana scorsa, il Papa Benedetto XVI ha condannato ''l'atroce violenza che non perdona nemmeno i bambini''.

Mi domando: cos'hanno i bambini da farsi perdonare? Si tratta di perdono o di senso comune dell'intelligenza? Siamo in pieno 2010 e si continua a sparare oltre che cartucce anche stupidaggini come quella della legge sugli immigrati in Italia.

E dove lo mettono il diritto all'amore?

I bambini non hanno colpa alcuna, sono i nostri cuccioli, dobbiamo proteggerli, e non perdonarli, non hanno nulla da farsi perdonare.

Proteggerli significa cambiare postura, finalmente, nei confronti di questo nostro mondo, io sono una emigrante all'incontrario, sono italiana e ho vissuto a Cuba dieci anni e da pochi mesi vivo in Costa Rica, il trattamento a me riservato è stato sempre di grandissimo rispetto, invece se un amico mio cubano o costaricense viaggia nel mio Paese sará trattato da lebbroso, mi tocca dirglielo, per salvargli il culo dalla brutalitá che lo aspetta se decide di viaggiare altrove, dove lo porta il cuore, o il culo, o la sua testa o il suo sogno nel cassetto, è come me, caga esattamente come me, dorme come me, fa figli come me, li ama come me, li vuole proteggere, esattamente come me.

Sono stanca delle arroganze sparse in ogni dove, Papa compreso. Che si togliesse quell'anello enorme che ha nel dito e che intervenga come un Uomo di pace dovrebbe aver fatto giá da tempo. Che si riscrivino le modalitá di percorso della vita, lo vediamo ogni giorno che il fascino discreto della borghesia non ha funzionato, lo vediamo ogni giorno che i regimi di qualsivoglia colore o credo non funzionano. La mancanza di rispetto per la vita è inaccettabile, qualsiasi persona di buona volontá deve ribellarsi a cotanta raccapricciante ignominia, i Popoli di tutto il mondo hanno diritto a vivere e a calpestare questa terra, tutta. Altrimenti perchè unire gli Stati, a cosa serve l'Europa Unita se non a proteggere questi diritti fondamentali?

Io personalmente non voglio ritornare in piazza per rivendicare la libertá e l'uguaglianza e la fraternitá. Di nuovo? l'ho fatto quando avevo 18 anni, adesso ne ho cinquanta, adesso a un uomo violento lo prendo a schiaffi e lo faccio rinsavire. Io l'ho partorito, sono io la madre, sono io che lo educo. Tutti sti uomini freddi e glaciali come i nostri burocrati e i borocrati di tutto il mondo bisogna prenderli a sculacciate e punto.

Se non si mette all'istante l'amore davanti a tutto non credo che si possano risolvere i vari problemi di percorso necessari alla crescita. L'amore mi suggerisce che ora è il momento di svuotare le casse dei potenti e ridistribuire il capitale accumulato in forma onesta e giusta e amorosa.