venerdì 12 marzo 2010

Los niños nos miran


Hoy leí más de una vez noticias en la red sobre los niños privados de su propio derecho a la serenidad. Dos me llegaron derechitas al corazón como una puñalada. Una la leí en el periódico Italiano La Repubblica: … aquel padre irregular hay que expulsarlo aunque en Italia tenga hijos en la escuela.

Y la otra la leí en el periódico costarricense La Nación: la policía baja a 109 el numero de las victimas de la masacre de cristianos la semana pasada, el Papa Benedicto XVI condenó “la atroz violencia que no perdona ni siquiera a los niños”.

Me pregunto: ¿que hicieron los niños que hay que perdonarlos? ¿Se trata de perdono o del sentido común de la inteligencia? Estamos en pleno 2010 y se continúa a disparar, a parte balas, idioteces como esa ley sobre los inmigrados que acaba de entrar en casación en Italia.

¿Y donde ponemos el amor?

Los niños no tienen culpa ninguna, son nuestros cachorros, tenemos que protegerlos y no perdonarlos, no hicieron nada de que hacerse perdonar.

Protegerlos significa cambiar postura, finalmente, hacia este nuestro mundo. Yo soy una emigrante al revés, soy italiana y he vivido en Cuba diez años, haces pocos meses vivo en Costa Rica, el trato que he recibido es de absoluto respecto, por lo contrario si un amigo mío cubano o costarricense viaja hacia mi País será tratado como un leproso, me toca decírselo, para salvarle el culo de la brutalidad que lo espera si decide viajar en otro lugar, donde lo lleva el corazón o el culo o su cabeza o su sueño en la gaveta, es como yo, caga exactamente como yo, duerme como yo, hace hijos como yo, los amas como yo, quiere protegerlos, exactamente como yo.

Estoy cansada de las arrogancias esparcidas en cada rincón, Papa incluido. Qué se quite ese anillo grandote que tiene al dedo y qué intervenga como un Hombre de paz debería haber hecho ya hace tiempo. Qué se reescriban las modalidades de los recorridos de la vida. Los vemos cada día que el fascino discreto de la burguesía no funcionó, los vemos cada día que los régimen de cualquier color o credo no funcionan. La falta de respecto para la vida es inaceptable, cualquier persona de buena voluntad debe rebelarse a tanta espeluznante infamia. Los Pueblos de todo el Mundo tienen el derecho de vivir y pisar esta tierra toda. ¿Por lo contrario de qué sirve unir los Estados, de qué sirve la Europa Unida si no para proteger los derechos fundamentales?

Yo personalmente no quiero regresar en la plaza para reivindicar la libertad, la igualdad y la hermandad. ¿Otra vez? Ya lo hice cuando tenía 18 años, ahora tengo 50, ahora a un hombre violento lo tomo a patadas en el culo y lo hago razonar. Yo lo parí, yo soy la madre, soy yo la que lo educa. A todos los hombres fríos y glaciales, como lo son nuestros burócratas italianos y a todos los burócratas del mundo hay que cogerlos a pegáis y punto.

Si no se pone ahora mismo el amor delante de todo no creo que se puedan resolver los varios problemas, necesarios al crecimiento y a la concientización, en los cuales nos topamos a menudo. El amor me sugiere que AHORA es el momento de vaciar las cajas fuertes de los poderosos y redistribuir el capital acumulado, robando y engañando y matando, en forma honesta y justa y amorosa.

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